martes, 20 de noviembre de 2012

Un disparo por ir a la escuela

Hoy, cientos de niños y adolescentes nos hemos dirigido al instituto, como todos los días. Algunos han ido en coche o andando, y otros en autobús. Y nadie ha disparado a mi compañera por decir que las mujeres tienen derecho a la educación. No, no es un disparate. Eso fue lo que le pasó a Malala.

Esta adolescente Pakistaní recibió un disparo en la cabeza por defender el derecho de las mujeres a la educación. Los talibanes pretenden imponer la ley islámica, y esta no permite que las mujeres trabajen fuera de sus casas y asistan a la escuela o a la universidad.


Malala fue operada en su país antes de su traslado a un hospital de Inglaterra. La operación fue muy delicada, pero consiguieron extraer la bala que le había entrado por encima del ojo, atravesado el maxilar y enterrado en su hombro. Parece que va mejorando, pero su recuperación va a ser muy lenta. Es increíble que esté viva.

Nosotros, en comparación, lo tenemos mucho más fácil. Aquí podemos estudiar tanto niñas como niños, con la misma igualdad de oportunidades. Nos dan libros, disponemos de autobuses para ir al instituto, hemos recibido ordenadores portátiles... 

Por eso me alegra decir que hoy ha sido un día normal, como cualquier otro:

A primera hora, en mates, hemos repasado con Miguel todo el tema, porque el jueves tenemos un examen. En sociales hemos recibido las notas del examen y hemos empezado una nueva unidad que trata sobre la hidrosfera. Carlos, con su inalterable buen humor, nos ha introducido un poco en este tema algo lioso, plagado de corrientes marinas, mareas, ríos, acuíferos y meandros (je, je). Hemos empezado la clase de lengua, como siempre, con esos quince minutos de lectura que tanto me gustan, en los que podemos evadirnos un poco de lo que nos rodea y enfrascarnos en un mundo distinto. El resto de la hora ha estado a nuestra disposición para terminar trabajos atrasados o seguir escribiendo cosas en esos blogs maravillosos que nos unen un poco más y que nos hacen conocer más a nuestros compañeros.
Después del recreo (quizás la única "clase" que todos querrían que durara más) hemos tenido plástica. Hemos estado haciendo dibujos con la técnica del puntillismo que, aunque consigue un efecto muy bueno, cansa un montón. Con "Sandrra" hemos estado escribiendo adjetivos en francés, y nos ha dado los resultados del examen oral, en el que todos hemos sacado muy buena nota. ¡Enhorabuena! 
La última clase, gimnasia, nos ha dejado a todos exhaustos. Hemos estado casi toda la hora jugando o practicando pases de fútbol, y al final hemos jugado un poco al voleibol. 

Ya sé que es pesado levantarse a las siete o siete y media de la mañana y dirigir nuestros pasos hacia el instituto para luego volver a casa cargados de deberes... Pero creo que todo eso merece la pena, que tenemos que aprender mucho para ser felices y aprovechar al máximo la vida,y para construir un mundo en el que nadie reciba un disparo por ir a la escuela.


5 comentarios:

  1. También podéis leer un artículo de Rosa Montero aquí: http://opinion.informador.com.mx/Columnas/tag/rosa-montero/

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  2. Enhorabuena, Lupe. No sólo eres una gran escritora, también eres una gran persona :)

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  3. Me ha encantado tu entrada :) Además de que escribes muy bien. Yo también vi algunas noticias sobre esa injusticia,y me parece genial que nos lo recuerdes y nos hagas ver la suerte que tenemos y lo quejicas que somos,cuando no deberíamos.

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  4. ¡Que razón tienes, Lupe! Escribes muy bien. Quizá deberías dedicarte a esto...

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  5. Me ha gustado mucho tu entrada Lupe, sigue escribiendo tan bien

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